Él se quedó leyendo un libro y yo me fui a ver que me habían puesto los 3 gañanes en su carta.
Creo que son buenas noticias, parece ser que han cedido ante mis exigencias, se les ve arrepentidos. Entresaco unas lineas de la carta: "Rita, hemos estado meditando los tres en reunión asamblearia, y hemos decidido que queremos que vuelvas. Excepto lo de los nunchacus y el tortugo, que está difícil, el resto de los puntos de tu carta los cumpliremos. Cuando vuelvas tendrás una tortuguera decente para galapaguear. Vuelve Rita, vuelve a casa antes de Navidad..."
Decían más cosas, pero esto era lo importante, lo demás era paja, promesas y arrepentimientos que ya no me importan.
Así que he decidido que voy a volver y darles un voto de confianza a esos tres inútiles. A ver si han aprendido la lección y no vuelven a cagarla. Mi represaria sería más dolorosa para ellos.
Mi próxima entrada será desde mi nueva tortuguera. ¿Cómo será? Estoy un poco impaciente y nerviosa. Ya os la enseñaré.
PD: Sois gente buena y simpática, y como ya tengo más de 1.000 visitas decidí que os merecíais una cabecera chula. ¿os gusta? Cuando se superen las 2.000 habrá una sorpresa para el afortunado.
5 comentarios:
Me encanta tu amigo el mensajero...sobre todo es gran libro escrito por un tal Enrique...por cierto ¿qué sabe el de cagar estatuas?
Muchos de los casos de violencia doméstica se deben a que la víctima cree una y otra vez en las súplicas del agresor.
Si queres regresar, regresa. Si quieres creer en esos 3 delincuentes, hazlo. Pero luego no vengas con lamentos para que nosotros te consolemos.
Esperaba más de ti ya que fuiste alumna de Javi Chan. ¿Qué pensará él de este asunto? ¿Será que nunca escuchaste sus consejos o será que en realidad fue un mal sensei?
Rita, todo el mundo se merece una segunda oportunidad, mejor que tú nadie sabe lo que tienes que hacer. Tú misma. Sopesa y actúa en consecuencia.
Pero vamos, yo no me fío un pelo.
Haces bien en volver, Rita. Todos cometemos errores. Pero recuerda este refrán chino:
"Lo que sucede una vez, a lo mejor no vuelve a pasar nunca. Lo que sucede dos ves es probable que pase una tercera"
Una oportunidad vale. Pero sólo una.
Oh, Don Excmo, no creo haber sido un mal sensei para Rita. De hecho, mi primera enseñanza fue: "el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra". Ergo, si Rita no es un hombre, es imposible que vuelva a tropezar.
Además, ¿tú has visto a la velocidad a la que va una tortuga?, es físicamente imposible el tropezón.
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